dc.description.abstract | LA ALEGRÍA DE ESTUDIAR
¿Es posible aprender y ser
feliz? ¿Se conjugan saber
y disfrutar? Cada día que
entramos al aula, al taller, al laboratorio
lo hacemos con ánimos
distintos. ¿De quiénes depende
instalar el clima? Depende de los actores principales:
profesores y alumnos. El mayor deseo de un profesor
es lograr que los alumnos lo acompañen. Y aquí esta
el centro de todo lo que ocurrirá después.
Debe existir un diálogo fecundo para que ambos
se sientan con muy buen ánimo. El profesor debe ser
el guía, el orientador, el consejero. El estudiante, el
trabajador que, mediante lo que le señalen, innove y
alcance los saberes. Los roles son del maestro y el
discípulo. Cuando alguno de los dos se pierde, se termina
la educación.
Los alumnos con más de un año de estudios ya saben
qué significa aprender. Los que comienzan, salvo
si tienen experiencias previas, deben estoicamente
iniciarse en el aprendizaje. Las reglas de cada materia
hay que aclararlas al comienzo, no esperar semanas,
ni exámenes. Corregirlas rápidamente cuando no hay
un buen clima que brinde bienestar. Lograrlo no es
una utopía. La universidad es un lugar para hablar,
debatir, proponer, corregirse y mucho más. Nunca
silencio, sino explicaciones respetuosas, y con algún
tiempo para modificar las circunstancias.
En 2012 quisiéramos que profesores y alumnos comiencen
con cambios profundos en el modo de vincularse
en las aulas, poniendo la mejor voluntad para
trabajar cada día.
La Universidad de Belgrano aspira a que sus estudiantes
logren concretar el comienzo del mejor proyecto
de vida. Y tienen oportunidades excepcionales
para lograrlo. Solo hay que estar dispuesto a ingresar
en las aulas para vivir la emoción irrepetible de aprender.
Dichosos los que lo logren. | es_ES |