dc.description.abstract | La Universidad está por cumplir
48 años de existencia y empezamos
a vivir –algo anticipadamente,
quizás– el clima de la proximidad
del medio siglo.
Es mucho lo que se ha avanzado en
estas casi cinco décadas. La Universidad
comenzó como una institución
pluralista, republicana, ecuménica, y
se enorgullece de seguir siéndolo. A través de los años, ha
mantenido una línea coherente de pensamiento y fidelidad
a esos postulados, algo no muy habitual en una época en
la que nos hemos acostumbrado a la facilidad con que muchos
mutan sus principios según los vientos que soplen.
Nuestra Universidad ha sido también pionera en la aplicación
de varios criterios académicos que actualmente se
practican en muchas instituciones colegas; para ello hizo
falta una visión moderna de la enseñanza, una actitud de
apertura a las modalidades de estudio que se iban adoptando
en el mundo para decidirse a implementarlas aquí, con
nuestros alumnos. Y mucho empuje para llevarlas adelante.
Nos referimos, en particular, a la inclusión de las materias
Práctica Profesional y Habilitación Profesional en las
carreras de grado, la confección de una tesis o trabajo final
en el último tramo de cada carrera, las 45 horas de cursos,
jornadas y talleres complementarios del saber propio de
cada disciplina y las 400 horas de Trabajo Social Profesional.
La idea subyacente a todas estas decisiones era completar
el bagaje de conocimientos teóricos con la praxis, o
sea, articular el conocimiento académico con las necesidades
del mundo profesional y empresarial, preparando
integralmente al alumno para una rápida inserción laboral
en empleos valiosos y útiles para la comunidad. Todo esto
que cabe en un simple párrafo ha sido posible gracias a la
permanente dedicación de directivos, docentes y auxiliares
imbuidos de esos objetivos; gracias a los cuales los
graduados de todas las carreras de la Universidad ya rondan
los 50.000.
A todo esto se suma una característica que merece una
mención aparte: la internacionalización. Nuestra Universidad
ha sido pionera en el intercambio fecundo de alumnos
y profesores con universidades de todo el mundo y hoy
tiene 71 convenios de Doble Diploma suscriptos con prestigiosas
universidades europeas –lo que nos singulariza en
el ambiente académico–, que permiten que los estudiantes
puedan recibirse con nuestro título y el de la universidad
socia y lo mismo puedan hacer los alumnos de esas
instituciones al cursar aquí.
Todo esto se ha logrado en 48 años de tesonera labor;
para estar orgullosos, ¿no?
Raquel Albornoz
Decana de la Facultad de Lenguas y Estudios Extranjeros | es_ES |