dc.description.abstract | Todos somos testigos de los avances de la humanidad durante estas últimas décadas, una nueva
era, la tecnología avanzó a pasos agigantados y el mundo está cambiando a un ritmo sin precedentes
en la historia de la humanidad. Un nuevo mundo virtual donde gran cantidad de personas deciden
invertir su tiempo o hacer sus vidas el cual se caracteriza por no tener fronteras físicas, ser inmaterial,
no tener gobiernos ni estados, el cual no puede ser ajeno al derecho. Siendo cierto que la ausencia
de un espacio físico sobre el cual legislar da la sensación de que en un principio pareciera reinar una
suerte de anarquía normativa o un gran vacío legal, en el cual lograron proliferan nuevas formas de
comunicarse con personas que están a la vuelta de la esquina como en otra parte del mundo, nuevas
herramientas que crearon nuevos trabajos o lo redefinieron. Esta infinidad de procesos e
intercambios tanto entre terceros de todas las edades como con organizaciones multinacionales y
locales que lograron asentarse en este espacio digital ha logrado un cambio del cual no hay marcha
atrás, la creación de un espacio al que nadie es ajeno hoy en día. Ante esta revolución tecnológica,
el mundo jurídico, tiene que estar al ritmo de los cambios con legislaciones activas e informadas
acerca de todo lo que trae de por sí esta evolución, que ya ha cambiado hábitos y costumbres de los
hombres para siempre, desde el sin fin de información a la espontaneidad de las comunicaciones y
la infinidad de nuevos servicios y productos. | es_ES |