La criminalización de la simple tenencia de material de explotación sexual infantil para consumo personal
Abstract
Los delitos de naturaleza sexual son considerados social y culturalmente (aunque no
necesariamente legalmente, dando cuenta de ello algunas escalas penales que se prevén para
muchos de ellos) como los más atroces, aberrantes y repudiables.
Sin embargo, el tratamiento y análisis de estos delitos no es tan lineal como podría
suponerse, debido a la gran variedad de tipos delictivos, que quedan subsumidos dentro del
amplio abanico previsto en el Título III de nuestro Código Penal pese a tener todos ellos
características típicas absolutamente diferentes, y que van desde aquellos más leves,
configurados por simples tocamientos o acercamientos con connotación libidinosa e impúdica,
hasta aquellos de extrema gravedad que exigen acceso carnal para su configuración, e incluso
aquellos otros en los que lisa y llanamente se llega a poner en duda la existencia de una
afectación concreta a un bien jurídico penalmente tutelado.