dc.description.abstract | El avance de las nuevas tecnologías, entre ellas la creación de las grandes empresas
tecnológicas, ha generado una reconfiguración del mapa de poder en el mundo. La mayor
base de datos de occidente, tal y como lo conocemos, ya no pertenece a un estado, sino
que pertenece a Facebook. Este ejemplo es uno de cientos de argumentos que surgen
dentro del vínculo de los estados y las empresas tecnológicas, donde luchan por la esfera
pública y privada y mantienen difuso los límites de las fronteras. Los principales conflictos
se debieron a contiendas electorales, pero también a ciberataques y espionaje en las
altas esferas de poder de otros estados. Estos conflictos tecnológicos requieren
soluciones diplomáticas, con un enfoque multisistémico que sepa tener en cuenta varios
actores y requiere que los diplomáticos del futuro se capaciten en ámbitos tecnológicos,
ya que los problemas del ciberespacio son demasiado importantes para dejarlos sólo en
mano de técnicos (Riordan, 2019). El mayor actor de resolución de conflictos siempre ha
sido la diplomacia, es por esto por lo que actualmente se encuentra ante uno de sus
mayores desafíos: ejercerle accountability a las empresas Big Tech (Facebook, Twitter,
Amazon, Microsoft y Apple) y que se responsabilice al nivel de la jerarquía de los Estados. | es_ES |