dc.description.abstract | La composición de una alimentación variada, equilibrada y saludable está
determinada por las características de cada persona (edad, sexo, etnia), el contexto cultural, los
alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimenticios. Estos últimos son comportamientos
conscientes, colectivos y repetitivos, que conducen a las personas a seleccionar, consumir y
utilizar determinados alimentos o dietas en respuesta a influencias sociales y culturales. La
incorporación de dichos hábitos comienza en la familia y en la infancia, etapa óptima para su
adquisición adecuada.
La elección alimentaria está determinada por factores biológicos o predisponentes
genéticos como la preferencia innata por los sabores dulces y la aversión por sabores amargos.
La mayoría de las preferencias o rechazos son aprendidos en el proceso de crianza, en el cual
los padres tienen un rol fundamental. | es_ES |